EPIGENÉTICA Y SALUD MENTAL: ¿CÓMO INFLUYEN NUESTRAS EXPERIENCIAS EN LOS GENES?
Durante mucho tiempo, se pensó que nuestros genes eran como un libro cerrado: una secuencia fija de letras que determinaba cómo éramos física y mentalmente. Sin embargo, en las últimas décadas, la ciencia ha desmentido esa visión rígida. Hoy sabemos que el ADN no actúa solo. Lo que vivimos, sentimos y hasta lo que comemos puede activar o silenciar genes sin cambiar su secuencia. A eso lo llamamos epigenética.
Pero, ¿qué tiene que ver esto con la salud mental? Mucho más de lo que parece. El estrés crónico, el trauma, la crianza o incluso el estilo de vida pueden dejar una huella duradera en nuestros genes… y afectar nuestro estado de ánimo, conducta o vulnerabilidad a trastornos como la depresión, la ansiedad o el TDAH.
En este artículo exploramos el fascinante vínculo entre epigenética y salud mental, y cómo el entorno influye en la expresión genética que regula nuestras emociones y funcionamiento cerebral.
¿Qué es la epigenética?
La epigenética es el conjunto de procesos que modifican la expresión de los genes sin alterar la secuencia del ADN. Es decir, es una forma de encender o apagar genes como si fueran interruptores, dependiendo del entorno, la alimentación, el estrés, la actividad física y otras señales externas.
Estas modificaciones epigenéticas pueden durar años, incluso toda la vida, y en algunos casos se pueden transmitir a la descendencia.
Los principales mecanismos epigenéticos son:
-Metilación del ADN: la adición de grupos metilo a ciertas regiones del ADN puede silenciar genes.
-Modificación de histonas: las proteínas que “empaquetan” el ADN pueden cambiar su estructura, haciendo más o menos accesibles los genes.
-ARNs no codificantes: pequeñas moléculas que interfieren en la lectura del ADN.
¿Cómo influye la epigenética en el cerebro?

El cerebro humano es extremadamente sensible a los cambios epigenéticos. Las neuronas necesitan expresar ciertos genes en momentos concretos para regular procesos como:
-La plasticidad cerebral (capacidad de aprender y adaptarse).
-La regulación emocional.
-La respuesta al estrés.
-La producción de neurotransmisores (serotonina, dopamina, etc.).
Cuando estos procesos epigenéticos se alteran por experiencias adversas o factores ambientales, pueden predisponer a trastornos mentales. Por eso hoy se considera que muchas enfermedades psiquiátricas no tienen solo una causa genética, sino una interacción compleja entre genes y entorno.
Epigenética y estrés: la ciencia del trauma
Uno de los ejemplos más impactantes de cómo el entorno modifica la genética se encuentra en los estudios sobre estrés precoz y trauma.
En investigaciones con ratas, se observó que las crías que recibían menos cuidado materno desarrollaban niveles más altos de ansiedad y estrés en la edad adulta. ¿La causa? Una hipermetilación de los genes que regulan el eje del estrés (como el receptor de glucocorticoides en el hipocampo), lo que alteraba su función de por vida.
En humanos se han hallado resultados similares:
-Personas que han sufrido abuso en la infancia presentan patrones de metilación alterados en genes relacionados con la respuesta al estrés, la neuroplasticidad y la regulación emocional.
-Soldados expuestos a estrés postraumático (TEPT) muestran cambios epigenéticos duraderos en genes clave del sistema nervioso.
-Incluso se han identificado alteraciones epigenéticas en bebés nacidos de madres expuestas a estrés severo durante el embarazo, lo que sugiere una transmisión intergeneracional del trauma.
Epigenética y depresión
La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes y complejos. Aunque hay una predisposición genética, el entorno y las experiencias vitales juegan un papel crucial en su aparición.
Numerosos estudios han encontrado cambios epigenéticos en personas con depresión:
–Hipermetilación en el gen BDNF, esencial para la plasticidad cerebral, se ha vinculado a síntomas depresivos.
-Alteraciones en los genes que regulan la serotonina, el neurotransmisor clave del estado de ánimo.
-Cambios en genes relacionados con la inflamación: algunas personas con depresión tienen un perfil inflamatorio más alto, y esto también tiene una base epigenética.
Lo más interesante es que algunos tratamientos antidepresivos y la psicoterapia también pueden revertir o modificar estas marcas epigenéticas, lo que abre nuevas vías terapéuticas.
Ansiedad, TDAH y esquizofrenia: ¿puede la epigenética explicar su aparición?

La influencia epigenética no se limita a la depresión. Otros trastornos mentales también muestran huellas epigenéticas específicas:
-En la ansiedad, se han detectado cambios en la metilación de genes que regulan la amígdala, estructura cerebral implicada en la detección del peligro.
-En el TDAH, algunos estudios señalan que ciertos patrones epigenéticos podrían afectar la dopamina y la autorregulación conductual.
-En la esquizofrenia, hay evidencias de desregulación epigenética en genes que afectan la sinapsis y el desarrollo del cerebro durante el embarazo.
Todo esto sugiere que la epigenética puede ser una pieza clave para comprender por qué, ante circunstancias similares, algunas personas desarrollan trastornos mentales y otras no.
¿Se heredan las marcas epigenéticas?
Esta es una de las preguntas más fascinantes (y polémicas) de la epigenética.
En teoría, la mayoría de las marcas epigenéticas se «reinician» durante la formación del embrión. Sin embargo, algunos estudios en animales y humanos muestran que ciertos cambios epigenéticos pueden transmitirse a las siguientes generaciones.
Casos como:
-Nietos de personas expuestas a hambrunas masivas (como en la posguerra o durante crisis alimentarias) que tienen un mayor riesgo de enfermedades metabólicas o mentales.
-Hijos de madres con estrés prenatal severo que presentan una regulación diferente del cortisol.
Estas observaciones sugieren que el entorno no solo afecta a quien lo vive, sino que puede dejar una huella en su descendencia.
Epigenética, estilo de vida y salud mental
La buena noticia es que, a diferencia del código genético, la epigenética es modificable. Eso significa que lo que haces cada día puede influir en la expresión de tus genes… y en tu salud mental.

Factores que impactan positivamente en tu epigenética:
-Alimentación rica en nutrientes epigenéticos: folato, vitamina B12, colina, polifenoles.
-Ejercicio físico regular: mejora la expresión de genes neuroprotectores.
-Sueño reparador: regula genes circadianos y del sistema inmune.
-Meditación y reducción del estrés: disminuyen marcadores epigenéticos asociados a la inflamación.
-Entornos sociales positivos: especialmente en la infancia, potencian la expresión de genes relacionados con la resiliencia.
Incluso terapias psicológicas como la terapia cognitivo-conductual (TCC) se han asociado a cambios epigenéticos favorables en personas con depresión o ansiedad.
¿Se puede estudiar la epigenética en salud mental?
Sí, aunque todavía no es una herramienta de uso clínico habitual, los estudios epigenéticos aplicados a la salud mental están creciendo rápidamente.
En centros como Lorgen, es posible:
-Realizar análisis genéticos que incluyan genes clave implicados en la regulación del estrés, la serotonina, la dopamina y la inflamación.
-Evaluar factores genéticos que predisponen a mayor vulnerabilidad emocional, que pueden complementar la valoración psicológica o psiquiátrica.
-Integrar estos datos con antecedentes clínicos y ambientales para ofrecer un enfoque personalizado de prevención y tratamiento.
En un futuro cercano, los test epigenéticos podrían formar parte del diagnóstico o incluso del seguimiento de tratamientos psiquiátricos.
Conclusión
La epigenética ha revolucionado nuestra comprensión de la salud mental. Ya no se trata solo de “genes malos” o de experiencias difíciles. Se trata de cómo lo que vivimos se graba en nuestros genes sin escribir una sola letra nueva.
Este campo abre una puerta esperanzadora: lo que somos hoy no está escrito en piedra. Podemos influir en la expresión de nuestros genes con nuestras decisiones, entorno y cuidados. Y eso nos devuelve el poder de sanar, cambiar y prevenir.
Laboratorio Lorgen Genética y Proteómica.


