¿POR QUÉ CAUSA CÁNCER EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO?

¿POR QUÉ CAUSA CÁNCER EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO?

Un porcentaje altísimo de los casos de cáncer de cuello de útero están relacionados con una infección por el virus del papiloma humano. De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2002 este virus causó casi medio millón de casos y 250.000 muertes por cáncer de cuello uterino. Son cifras dramáticas. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre con otros tipos de cáncer, en este caso disponemos de una herramienta esencial para hacerlas cada vez más reducidas: las vacunas.

Gracias a ellas, se puede prevenir la infección por virus del papiloma humano y, así, evitar que se produzca este tipo de cáncer. Se calcula que el 80% de la población sexualmente activa ya tiene el virus, que generalmente no llega a causar síntomas. No obstante, cuando lo hace, puede ser muy peligroso. Por eso, la clave está en, ahora que tenemos las vacunas, empezar a proteger a los niños, para que ya estén inmunizados cuando tengan sus primeras relaciones sexuales.

Pero hay dos problemas. Por un lado, los países en vías de desarrollo no tienen tan fácil acceder a estas vacunas. Y, de hecho, siguen siendo las zonas en las que se dan más casos de cáncer de cuello de útero. Por otro lado, incluso donde se puede acceder a las vacunas, se sigue cometiendo un error importante: vacunar solo a las niñas. Es cierto que los niños no tienen útero, pero hay dos razones principales para protegerlos también: que el de cuello de útero no es el único cáncer que puede causar y que, aun sin llegar a enfermar, los varones también pueden ser transmisores.

¿Por qué produce cáncer el virus del papiloma humano?

¿POR QUÉ CAUSA CÁNCER EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO?

Antes de ahondar en los motivos por los que el virus del papiloma humano causa cáncer, debemos tener en cuenta que no todos lo hacen.  Se trata de un grupo de más de 200 virus, la mayoría de transmisión sexual. Eso sí, no es transmisión a través de fluidos, sino de contacto con las mucosas. Por eso, incluso se puede dar contagio usando preservativo si las lesiones están en una zona externa que no quede cubierta por este.

La mayoría de esos virus no causan cáncer. Como mucho pueden ocasionar algunas verrugas molestas y otros ni siquiera llegan a originar síntomas. Son dos de los virus del papiloma humano, el VPH 16 y el VPH18, los que se consideran más peligrosos, por la alta probabilidad de causar cáncer de cuello de útero. Y no solo de útero. Si bien con este están detrás de casi el 100% de los casos, también se considera responsable del 75% de los casos de cáncer de vagina, el 70% de los de vulva y orofaringe y el 60% de los de pene.  También se considera la causa más común de cáncer anal.

Ahora bien, ¿cómo puede un virus llegar a causar cáncer? La clave está la forma en que infectan a sus hospedadores. No debemos olvidar que los virus no pueden replicarse por sí mismos. Nuestras células sí pueden. Por eso, cuando infectan a una persona, usan la maquinaria de replicación de sus células. Como si robaran una fotocopiadora.

De este modo, comienzan a sacar más y más copias y, lógicamente, se hace muy perceptible para el sistema inmunitario, que acudirá raudo y veloz a atacarle. Pero algunos virus, como el del papiloma humano, tienen sus trucos para evitar que esto ocurra. El sistema inmunitario reconoce algunas proteínas concretas del virus y, después, le ataca. Por eso, lo que hace el virus es apagar algunos de sus propios genes, para evitar que esas proteínas puedan detectarse. Pero para eso necesitan robar proteínas de las propias células que han infectado.

Muy grosso modo, podemos decir que se disfrazan para pasar desapercibidos. Pero se construyen ese disfraz con fragmentitos de las células del humano al que está invadiendo. Esto puede provocar alteraciones en el modo en que las propias células se replican, provocando que comiencen a hacerlo sin control. Y eso precisamente es una célula tumoral: aquella que se multiplica descontroladamente.  El sistema inmunitario puede atacar también a esas células descontroladas. Pero, si estas pasan desapercibidas, acabaría produciéndose un cáncer.

Todos deberían vacunarse

Actualmente en España la vacuna del virus del papiloma humano se encuentra en el calendario de vacunación de las niñas de 12 años, para todo el territorio. Algunas comunidades autónomas, como Galicia, Cataluña y la Comunidad Valenciana, ya han tomado la determinación de añadir a los niños de la misma edad. Y, por suerte, tras esa decisión ha llegado la de la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, que ha tomado la decisión de cubrir la vacuna para todos los niños y niñas de 12 años a partir de 2024.

¿POR QUÉ CAUSA CÁNCER EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO?

Es una gran medida por lo mencionado anteriormente: los hombres son transmisores y, además, pueden contraer cánceres como el de ano, el de orofaringe o el de pene.

Pero aquí cabe preguntarse otra cosa: ¿qué pasa con los adultos? La mayoría de adultos no pudieron vacunarse a los 12 años, pues aún no existía la vacuna. Se ha hablado mucho sobre si vale la pena hacerlo, una vez que ya se tiene una vida sexual activa. Y lo cierto es que nunca está de más, sobre todo cuando se varía mucho de pareja sexual. El problema es que para adultos no está cubierta por la seguridad social, por lo que habría que pagar las tres dosis en las que se suministra.

Aun así, incluso si se decide no recurrir a la vacuna, sí que es importante realizar revisiones. Por ejemplo, con respecto al cáncer de cuello de útero, el que se produce con más frecuencia, es recomendable realizar regularmente citologías. Al menos una vez cada tres años y, en caso de que haya factores de riesgo, anualmente. Con esto, no solo se puede buscar lesiones que indiquen la presencia de un tumor, sino que también se puede hacer un análisis microbiológico dirigido a detectar, entre otros patógenos, el propio virus del papiloma humano.

En definitiva, si queremos reducir las dramáticas cifras de la OMS, debemos prestar especial atención a la prevención. Y esto, por supuesto, incluye que las vacunas lleguen a todos, sean del género que sean.

 

Autor: Azucena Martín Sevilla, Licenciada en Biotecnología