ENFERMEDAD DE FABRY: UNA PATOLOGÍA GENÉTICA QUE SE PUEDE TRATAR SI SE DIAGNOSTICA A TIEMPO
La enfermedad de Fabry es una patología genética rara, pero no tan infrecuente como se pensaba hasta hace algunos años. Gracias a los avances en diagnóstico genético, cada vez se detectan más casos, especialmente en mujeres portadoras y en formas clínicas atípicas. Identificar la enfermedad de forma precoz puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes, ya que existen tratamientos que ralentizan su progresión y reducen las complicaciones.
En este artículo te explicamos qué es la enfermedad de Fabry, por qué se produce, cómo se manifiesta y cuál es el papel clave del diagnóstico genético para confirmar el diagnóstico y orientar el tratamiento.
¿Qué es la enfermedad de Fabry?
La enfermedad de Fabry es una enfermedad lisosomal hereditaria, causada por la deficiencia o ausencia de una enzima llamada alfa-galactosidasa A. Esta enzima se encarga de degradar un tipo de lípido denominado globotriaosilceramida (GL-3 o Gb3). Cuando la enzima no funciona correctamente, este lípido se acumula de forma progresiva en distintas células del cuerpo, especialmente en el endotelio vascular, el corazón, los riñones, el sistema nervioso y la piel.
La acumulación de Gb3 da lugar a un cuadro clínico multisistémico, que puede manifestarse de forma muy diferente entre pacientes. Algunas personas presentan síntomas desde la infancia o adolescencia, mientras que otras no son diagnosticadas hasta la edad adulta.
Causa genética y patrón de herencia
La enfermedad de Fabry está causada por variantes patogénicas en el gen GLA, situado en el cromosoma X. Este gen codifica la enzima alfa-galactosidasa A. Se trata, por tanto, de una enfermedad ligada al cromosoma X.
Esto implica que:
-Los hombres afectados (que solo tienen un cromosoma X) suelen presentar la forma clásica y más grave de la enfermedad, ya que no disponen de una copia funcional del gen.
-Las mujeres portadoras (que tienen dos cromosomas X) pueden ser asintomáticas, pero muchas desarrollan síntomas de forma más leve o tardía. Se habla de heterocigotas sintomáticas en estos casos.
Hoy en día se considera que la enfermedad de Fabry afecta a ambos sexos, aunque de forma diferente. Por ello, es fundamental el estudio genético en mujeres con síntomas compatibles, incluso si se consideraban anteriormente “portadoras sanas”.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Fabry?
La presentación clínica de la enfermedad puede ser muy variable y dependerá del grado de deficiencia enzimática, del sexo del paciente y del tipo de variante genética.
Forma clásica (inicio infantil o juvenil)
-Dolor neuropático (acroparestesias): sensación de ardor o punzadas en manos y pies, a menudo inducida por el calor o el ejercicio.
-Angioqueratomas: lesiones cutáneas rojizas o violáceas, típicamente en la zona del ombligo, nalgas o muslos.
-Hipo- o anhidrosis: disminución o ausencia de sudoración.
-Problemas gastrointestinales: dolor abdominal, diarreas crónicas.
-Oftalmológicos: opacidades corneales («córnea verticilada»).
-Fatiga y debilidad generalizada.
Complicaciones en la edad adulta
-Afectación renal: proteinuria, insuficiencia renal progresiva, necesidad de diálisis o trasplante.
-Afectación cardíaca: hipertrofia ventricular, arritmias, insuficiencia cardíaca.
-Afectación neurológica: accidentes cerebrovasculares, tinnitus, vértigos.
Forma tardía o atípica
Algunas personas (especialmente mujeres o varones con actividad enzimática residual) pueden presentar formas oligosintomáticas, limitadas a un solo órgano, como el corazón o el riñón. En estos casos, la enfermedad puede confundirse con patologías más comunes, lo que retrasa el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Fabry?
El diagnóstico de la enfermedad de Fabry requiere una alta sospecha clínica, especialmente ante síntomas multisistémicos o antecedentes familiares. El proceso incluye:
1.Análisis enzimático
Se mide la actividad de la enzima alfa-galactosidasa A en sangre. Este test es útil en varones, pero en mujeres puede dar resultados normales, por lo que no es concluyente en su caso.
2.Diagnóstico genético
El análisis del gen GLA mediante técnicas de secuenciación permite confirmar la presencia de una variante patogénica. Es el método de referencia tanto en hombres como en mujeres.
En muchos casos, el estudio se complementa con la medición de metabolitos como el Lyso-Gb3, un biomarcador útil en el seguimiento de pacientes.
3.Estudio familiar
Una vez identificada una variante en un paciente índice, se recomienda el estudio de sus familiares de primer grado, ya que pueden ser también portadores o afectados. Esto permite implementar medidas preventivas y terapéuticas antes de que aparezcan síntomas graves.
Tratamiento: ¿se puede tratar la enfermedad de Fabry?
Sí. Aunque no tiene cura, existen tratamientos específicos que han demostrado eficacia en la ralentización de la enfermedad y la mejora de la calidad de vida:
1.Terapia de reemplazo enzimático (TRE)
Consiste en la administración intravenosa de una forma recombinante de la enzima deficitaria. Se aplica cada 2 semanas y ayuda a reducir la acumulación de Gb3 en órganos.
2.Terapia chaperona (migalastat)
Indicado solo para determinadas variantes del gen GLA (mutaciones «amenables»). Este tratamiento oral estabiliza la enzima y mejora su función.
3.Tratamiento sintomático
Incluye medicamentos para el control del dolor neuropático, la hipertensión, las alteraciones renales o las arritmias, según el órgano afectado.
4.Nuevas terapias en investigación
Existen ensayos clínicos en curso con terapia génica, inhibidores de síntesis de Gb3 o formas mejoradas de reemplazo enzimático. El futuro del tratamiento es prometedor.
¿Por qué es importante el diagnóstico precoz?
Detectar la enfermedad de Fabry en sus primeras fases permite:
-Iniciar el tratamiento antes de que se produzcan daños irreversibles.
-Prevenir complicaciones graves como insuficiencia renal o accidentes -cerebrovasculares.
-Estudiar a la familia y evitar nuevos casos sin diagnosticar.
-Mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente.
En Lorgen, disponemos de test genéticos específicos que permiten confirmar la enfermedad con precisión y orientar el manejo clínico junto con tu equipo médico.
Consejo genético: clave en enfermedades hereditarias
El consejo genético es fundamental para informar a los pacientes y sus familias sobre:
-El patrón de herencia de la enfermedad.
-Las probabilidades de transmitirla a la descendencia.
-Las opciones reproductivas disponibles (incluido el diagnóstico genético preimplantacional).
-El seguimiento familiar en personas portadoras o con variantes de significado incierto.
Desde el diagnóstico molecular, se abre la posibilidad de un acompañamiento integral al paciente, tanto a nivel clínico como familiar y psicológico.
Avances recientes y perspectivas de futuro
La enfermedad de Fabry es uno de los ejemplos más claros de cómo la genética ha transformado la medicina. Desde que se identificó el gen GLA, se ha pasado de una enfermedad incurable a una que puede tratarse y controlarse, especialmente si se detecta a tiempo.
La incorporación del cribado neonatal en algunos países ha permitido identificar casos asintomáticos muy tempranamente, aunque todavía no es una práctica generalizada. También se están desarrollando paneles multigénicos que incluyen GLA dentro del diagnóstico diferencial de enfermedades renales o cardiacas hereditarias.
La terapia génica, actualmente en fase de investigación, abre la puerta a tratamientos potencialmente curativos.
Conclusión
La enfermedad de Fabry, aunque poco frecuente, tiene un gran impacto en la vida de quienes la padecen. Su presentación clínica es diversa y, en muchas ocasiones, difícil de reconocer. Por eso, el papel del diagnóstico genético es esencial: no solo confirma la enfermedad, sino que orienta el tratamiento, el seguimiento y el estudio familiar.
Desde Lorgen, ofrecemos estudios genéticos completos y asesoramiento personalizado para profesionales sanitarios, pacientes y familiares. Si crees que puedes estar en riesgo o tienes antecedentes familiares, consulta con tu médico y solicita una evaluación genética. Detectarla a tiempo puede cambiarlo todo.
Laboratorio Lorgen Genética y Proteómica.