EL TEST DE INMUNIDAD CELULAR QUE TE CUENTA SI NECESITAS VOLVER A VACUNARTE CONTRA LA COVID-19

EL TEST DE INMUNIDAD CELULAR QUE TE CUENTA SI NECESITAS VOLVER A VACUNARTE CONTRA LA COVID-19

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado recientemente la decisión del Gobierno de España de administrar una cuarta dosis de las vacunas de la COVID-19 para toda la población. Aún no hay fecha, aunque se espera que sea en otoño, cuando se reciban las vacunas actualizadas frente a nuevas variantes. Esta ha sido una decisión no exenta de polémica, que divide incluso a los expertos. Algunos opinan que habría que administrarla sin pensarlo, mientras que otros advierten de los peligros de estimular demasiado el sistema inmunitario frente a un patógeno. Por eso, sería ideal poder administrar la vacuna de forma personalizada, solo a aquellas personas en las que haya caído la inmunidad procedente de las dosis anteriores o de una infección natural por SARS-CoV-2.

¿Pero cómo podemos saber eso? Actualmente, esa inmunidad se estudia con la búsqueda de anticuerpos frente al patógeno. Aunque puede hacerse con un test rápido, lo más eficaz es realizar una serología mediante un ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA por sus siglas en inglés). Así, podemos determinar los niveles de anticuerpos neutralizantes, que son aquellos capaces de atacar a un antígeno concreto, en este caso el SARS-CoV-2. El problema es que la carencia de esos anticuerpos no significa que no haya inmunidad.

Por eso, un nuevo test, en cuyo desarrollo ha participado el Instituto de Salud Carlos III, podría ser muy interesante en este punto de la pandemia. Y es que, en vez de los anticuerpos, se determina de una forma rápida y sencilla la inmunidad celular, que perdura cuando los anticuerpos ya se han ido.

EL TEST DE INMUNIDAD CELULAR QUE TE CUENTA SI NECESITAS VOLVER A VACUNARTE CONTRA LA COVID-19

Dos tipos de inmunidad

Existen dos tipos de inmunidad: la inmunidad humoral, representada por los anticuerpos, y la celular, en la que intervienen células como los linfocitos T o los B.

Generalmente, cuando un agente extraño, como el SARS-CoV-2, entra a nuestro organismo, este es detectado por las células B. Estas actúan como una especie de centinelas inespecíficos, que lanzan una señal de alarma cuando cualquier extraño se acerca a sus dominios.

Tras esa primera detección, las células B se transforman en células plasmáticas, cuya misión es producir anticuerpos específicos contra el agente extraño. Su papel es marcar al virus para que posteriormente sea destruido por unas células del sistema inmunitario conocidas como macrófagos. Además, entran en escena los linfocitos T, que se unen a las células B para potenciar su efecto. Es decir, propician que haya más anticuerpos y una llamada más eficiente a los macrófagos.

Una vez que finaliza esta primera lucha, parte de aquellas células B se transforman en lo que se conoce como linfocitos B de memoria. Su función es permanecer de nuevo como centinelas, pero esta vez no lanzan una señal de alarma ante cualquier extraño. Solo reaccionan frente al patógeno que generó esta respuesta. Es decir, frente al virus causante de la COVID-19.

Mientras tanto, los anticuerpos que se generaron con ese primer encuentro van decayendo. Volviendo al símil bélico, los soldados se van retirando poco a poco cuando termina la batalla. Pero están listos para volver esta vez mucho más rápido en caso de que los linfocitos inicien una nueva voz de alarma. Por lo tanto, es mucho más eficaz medir la inmunidad celular que la humoral.

EL TEST DE INMUNIDAD CELULAR QUE TE CUENTA SI NECESITAS VOLVER A VACUNARTE CONTRA LA COVID-19

Un nuevo test basado en PCR

Que ahora haya un nuevo y prometedor test no quiere decir que la inmunidad celular no se pudiese medir antes. El problema es que el proceso tradicional es muy engorroso, ya que es necesario tomar una muestra de sangre y aislar los linfocitos. Después se marcan los que son capaces de reconocer el SARS-CoV-2 y finalmente se cuentan a través de una técnica conocida como citometría de flujo.

Es un proceso demasiado arduo y costoso para realizarlo a una cantidad elevada de población. No obstante, el test que se acaba de presentar en un estudio en la revista Nature Biotechnology acaba con algunos de estos hándicaps. Y es que no es necesario aislar los linfocitos. Basta con hacer una PCR, similar a las que se hacen para detectar la infección por SARS-CoV-2. La única diferencia es que en este caso, en vez de buscar una secuencia genética única del virus, se busca la secuencia que contiene las instrucciones para fabricar la proteína CXCL10.

La investigación previa al desarrollo del test ha demostrado que este es un buen biomarcador de la inmunidad celular. Por eso, se podría saber si alguien está suficientemente protegido, más allá de los anticuerpos, simplemente con una PCR.

Esto, según explicaron los científicos que han desarrollado el test en un comunicado de prensa, sería muy útil para analizar cientos de muestras en un solo día. La mayoría de hospitales y centros de investigación cuentan con la maquinaria necesaria para llevar a cabo una PCR, por lo que no haría falta una gran inversión inicial. Tampoco habría que adiestrar al personal, pues es una técnica con la que hay muchos profesionales del sector familiarizados. Sería una opción sencilla y mucho más rápida y económica que lo que se podía hacer hasta ahora.

Este test no está disponible todavía. No obstante, dados los resultados que se han obtenido hasta el momento, no se descarta que pueda pasar pronto al arsenal de herramientas necesarias para prevenir y tratar la COVID-19. Quizás no llegue antes de la cuarta dosis, pero sí que podría ayudar en un futuro a discernir quién necesita otra y quién tiene aún a sus centinelas con los ojos bien puestos en el horizonte.

Lorgen pondrá a disposición de sus clientes esta novedosa prueba en cuanto esté aprobada y sea recomendada por el Ministerio de Sanidad como prueba de inmunidad para SARS-CoV-2.

Autor: Azucena Martín Sevilla, Licenciada en Biotecnología