Síndromes de predisposición al cáncer infantil: la importancia del diagnóstico genético

SÍNDROMES DE PREDISPOSICIÓN AL CÁNCER INFANTIL: LA IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO GENÉTICO

El cáncer infantil es una enfermedad poco frecuente, pero de gran impacto emocional y social. En España se diagnostican cada año alrededor de 1.200 nuevos casos en menores de 14 años. A diferencia del cáncer en adultos —frecuentemente asociado a factores ambientales y de estilo de vida—, el cáncer pediátrico tiene con frecuencia un componente genético más marcado.

En los últimos años, la investigación genómica ha revelado que hasta un 10-15% de los cánceres infantiles se asocian a síndromes de predisposición hereditaria, es decir, a mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de desarrollar tumores desde edades tempranas.

Identificar estas alteraciones no solo permite comprender el origen del cáncer, sino también mejorar el diagnóstico, guiar el tratamiento y ofrecer asesoramiento genético a las familias.

Cáncer infantil: una enfermedad diferente

El cáncer en niños y adolescentes difiere del de los adultos tanto en sus causas como en sus características biológicas.

-En adultos, las mutaciones se adquieren a lo largo de la vida debido a la exposición a agentes externos (tabaco, radiación, dieta, etc.).

-En cambio, en los niños, muchas de las alteraciones genéticas están presentes desde el nacimiento y pueden heredarse o surgir de novo durante el desarrollo embrionario.

Los tumores más frecuentes en la infancia son las leucemias, los tumores del sistema nervioso central, los linfomas y los sarcomas, todos ellos con posibles vínculos hereditarios en un porcentaje de casos.

Qué son los síndromes de predisposición al cáncer

Los síndromes de predisposición al cáncer son condiciones hereditarias causadas por mutaciones germinales —es decir, presentes en todas las células del cuerpo— que aumentan la probabilidad de desarrollar uno o varios tipos de tumores a lo largo de la vida.

Estas mutaciones suelen afectar genes responsables de:

-Reparación del ADN.

-Control del ciclo celular.

-Supresión tumoral.

-Apoptosis (muerte celular programada).

En un niño con cáncer, la detección de una mutación germinal puede explicar por qué se ha desarrollado la enfermedad y ayudar a establecer un plan de seguimiento familiar.

Síndromes de predisposición al cáncer infantil: la importancia del diagnóstico genético

1. Síndrome de Li-Fraumeni (TP53)

Causado por mutaciones germinales en el gen TP53, conocido como el “guardián del genoma”. Este gen detiene la proliferación de células dañadas y promueve su reparación o destrucción.

Los niños con este síndrome tienen una alta predisposición a múltiples tipos de cáncer, incluyendo:

-Sarcomas óseos y de partes blandas.

-Leucemias.

-Tumores cerebrales.

-Cáncer de mama en edades muy tempranas.

El diagnóstico temprano permite establecer protocolos de vigilancia intensiva que aumentan significativamente la supervivencia.

2. Retinoblastoma hereditario (RB1)

El retinoblastoma es un tumor ocular que se presenta habitualmente antes de los 5 años. En un 40% de los casos, está causado por una mutación germinal en el gen RB1.

Los niños portadores pueden desarrollar tumores en ambos ojos (bilaterales) y tienen mayor riesgo de otros tipos de cáncer en la adolescencia o adultez.

Detectar la mutación en RB1 no solo confirma el diagnóstico, sino que permite identificar a familiares en riesgo y aplicar medidas preventivas.

3. Síndrome de Beckwith-Wiedemann y Russell-Silver

Ambos síndromes están relacionados con alteraciones epigenéticas en el cromosoma 11p15, que afectan la expresión de genes reguladores del crecimiento.

El síndrome de Beckwith-Wiedemann se asocia a un aumento del riesgo de tumores embrionarios como el tumor de Wilms (renal) o el hepatoblastoma, mientras que el Russell-Silver se caracteriza por restricción del crecimiento y un riesgo tumoral más bajo.

4. Neurofibromatosis tipo 1 (NF1)

Causada por mutaciones en el gen NF1, este síndrome produce múltiples neurofibromas (tumores benignos del sistema nervioso periférico), manchas “café con leche” en la piel y, en algunos casos, tumores malignos como gliomas ópticos o neurofibrosarcomas.

El seguimiento neurológico y oncológico regular permite detectar precozmente complicaciones.

5. Síndrome de Gorlin (PTCH1)

Mutaciones en el gen PTCH1 causan una alteración en la vía Hedgehog, asociada al desarrollo de carcinomas basocelulares, meduloblastomas (tumores cerebrales) y quistes mandibulares.

Aunque muchos de estos tumores aparecen en la edad adulta, el riesgo comienza desde la infancia, por lo que el control médico es esencial.

6. Síndrome de predisposición al cáncer colorrectal (Síndrome de Lynch pediátrico)

Aunque el síndrome de Lynch es más conocido en adultos, también puede manifestarse en jóvenes y niños. Está causado por mutaciones en los genes MLH1, MSH2, MSH6 o PMS2, que participan en la reparación de errores del ADN.

Los portadores tienen un riesgo aumentado de cáncer de colon, endometrio y otros tumores digestivos, incluso desde edades tempranas.

7. Síndrome de predisposición a la leucemia familiar (RUNX1, CEBPA, GATA2, ETV6)

Algunas leucemias infantiles tienen un componente hereditario. Mutaciones en genes que regulan la maduración de células sanguíneas —como RUNX1 o GATA2— predisponen al desarrollo de leucemias agudas o síndromes mielodisplásicos en familias.

Estos casos requieren seguimiento hematológico estrecho y, en algunos casos, trasplante de médula ósea de donantes no portadores.

Señales de alerta para sospechar predisposición hereditaria

El diagnóstico genético no se realiza en todos los niños con cáncer, sino en aquellos que presentan características sugestivas de origen hereditario:

  • Cáncer diagnosticado a una edad inusualmente temprana.
  • Tumores bilaterales o múltiples.
  • Historia familiar de cánceres similares.
  • Anomalías congénitas o rasgos dismórficos asociados.
  • Presencia de un síndrome clínico conocido.
  • Hallazgo incidental de mutación germinal en un estudio tumoral.

En estos casos, se recomienda derivar al paciente a una unidad de consejo genético para valoración y estudio.

El valor del diagnóstico genético

El diagnóstico genético de los síndromes de predisposición al cáncer infantil tiene un impacto profundo en la atención médica y familiar:

1. Mejora el diagnóstico y el tratamiento

Conocer la mutación permite clasificar mejor el tipo de tumor y adaptar las estrategias terapéuticas. Por ejemplo, ciertos tumores con mutaciones específicas pueden beneficiarse de tratamientos dirigidos.

2. Identifica familiares en riesgo

El estudio genético de los padres y hermanos ayuda a detectar portadores asintomáticos. De esta manera, se pueden establecer programas de seguimiento o prevención antes de que aparezca la enfermedad.

3. Permite la vigilancia personalizada

Los niños con síndromes de predisposición pueden beneficiarse de protocolos de seguimiento adaptados, con pruebas de imagen o analíticas periódicas para detectar tumores en fases tempranas.

4. Facilita el asesoramiento genético y la planificación familiar

Las familias pueden conocer el riesgo de recurrencia en futuros hijos y, si lo desean, acceder a diagnóstico genético preimplantacional (DGP) o prenatal.

Tecnologías empleadas en el diagnóstico genético

Gracias a la secuenciación masiva (NGS), hoy es posible analizar de forma simultánea decenas o cientos de genes implicados en el cáncer hereditario.

Las principales herramientas son:

-Paneles multigénicos de predisposición al cáncer: incluyen genes como TP53, RB1, NF1, MLH1, BRCA2, entre otros.

-Secuenciación del exoma completo (WES): útil cuando no se identifica la causa con paneles específicos.

-Array-CGH y MLPA: para detectar deleciones o duplicaciones de fragmentos genómicos.

-Estudio familiar dirigido: para confirmar o descartar la mutación encontrada en el caso índice.

En algunos casos, también se analizan muestras tumorales para diferenciar mutaciones somáticas (solo en el tumor) de las germinales (heredadas).

Síndromes de predisposición al cáncer infantil: la importancia del diagnóstico genético

Ética y acompañamiento psicológico

El diagnóstico genético en pediatría plantea consideraciones éticas importantes. Descubrir una mutación hereditaria puede generar ansiedad, miedo o sentimientos de culpa en las familias.

Por ello, el proceso debe estar siempre acompañado por profesionales especializados en genética clínica y psicología, que expliquen los resultados y orienten sobre las decisiones médicas y familiares.

Conclusión

Los síndromes de predisposición al cáncer infantil representan una parte significativa de los casos de cáncer pediátrico. Gracias a los avances en genética molecular, hoy es posible identificar las causas hereditarias, ofrecer un seguimiento personalizado y orientar a las familias con información precisa y útil.

El diagnóstico genético no solo permite mejorar la atención médica de los niños afectados, sino que también abre la puerta a la prevención y la detección precoz en sus familiares.

En Lorgen, trabajamos para acercar la genética a la práctica clínica diaria. Nuestros estudios de predisposición hereditaria al cáncer y asesoramiento genético ayudan a las familias a comprender el origen de la enfermedad, tomar decisiones informadas y proteger la salud de las nuevas generaciones.

 

Laboratorio Lorgen Genética y Proteómica.

 

Preguntas frecuentes sobre cáncer infantil y genética

¿Qué porcentaje de cánceres infantiles son hereditarios?
Se estima que entre el 10% y el 15% de los cánceres pediátricos tienen una base genética hereditaria.

¿Tener una mutación significa que el niño desarrollará cáncer?
No necesariamente. Una mutación aumenta el riesgo, pero no garantiza que se desarrolle la enfermedad. El seguimiento médico reduce significativamente ese riesgo.

¿Los padres pueden transmitir la predisposición sin haber tenido cáncer?
Sí. Algunas mutaciones son dominantes y pueden heredarse aunque el progenitor no haya desarrollado la enfermedad.

¿Cuándo debe sospecharse un síndrome de predisposición al cáncer?
Cuando hay tumores a edades tempranas, múltiples cánceres en un mismo individuo o varios casos similares en la familia.

¿Se puede prevenir el cáncer infantil hereditario?
No siempre, pero el seguimiento temprano permite detectar los tumores en fases iniciales, cuando el tratamiento es más eficaz.

¿El estudio genético sirve para otros familiares?
Sí. Identificar la mutación en la familia permite estudiar a otros miembros y establecer medidas preventivas personalizadas.

¿Los resultados del estudio son válidos toda la vida?
Sí. El ADN no cambia, aunque la interpretación de las variantes puede actualizarse con el tiempo a medida que avanza la ciencia.